-¿Temes que me caiga al suelo? -dijo mientras bajaba una pasarela intransitable aunque no llevaras nada a cuestas.
-Un poco -contesté apartándome ligeramente de él para que no me aplastara si tropezaba.
-Nunca me he caído. No sufras. Antes de enseñarme a caminar con la pierna, me enseñaron a caer.
-¿Antes a caer que a caminar? -indagué curioso.
-Sí, así perdí el miedo a las caídas. Y si pierdes el miedo a las caídas, caminas mejor y hasta puedes atreverte a correr
No hay comentarios:
Publicar un comentario