domingo, 19 de enero de 2014

El amor es un juego peligroso, donde apuestas todo sin saber si ganarás o perderás.

Enamorarse es amar sin condición, entregarse a un deseo incierto, identificarse con alguien, abrir tu corazón a alguien especial,  es correr el riesgo de sufrir. 

El amor bloquea tus verdaderos objetivos, te ciega por completo. Puede ser que la otra persona se obsesione o se crea tu dueño y te amargue la existencia. Si uno se equivoca, duele reconocer, duele equivocarse y duele saber, que uno perdió, que todo acabó. Enamorarse es peligroso porque corres el riesgo de no ser correspondido y pasarlo muy mal  y además aunque seas correspondido, en la pareja siempre hay uno que ama más, por lo tanto sufre más. Porque siempre idealizamos a la pareja perfecta y cuando algo ya no nos gusta volvemos a la realidad. Así  que tenemos que tener en cuenta que somos humanos y que somos imperfectos, entonces enamorémonos de personas imperfectas.

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