Querido Aitite:
No sé porqué, hoy, al sentarme a escribir te recordé aitite, es algo raro, tal vez me parece raro porque ya casi nadie piensa en los abuelos.
Que molestan, que ocupan lugar, que rompen todo, que hacen ruido al comer, que siempre están protestando, son algunos de los argumentos que usan mucha gente para dejarlos de lado; cuando en realidad lo que queremos decir es que nos ocupan tiempo que queremos para nosotros.
Te voy a ser sincera, muchas veces me aburría el hecho que fueras tan temático y que contaras cosas que te habían pasado hacía 30 o 40 años; pero yo no me daba cuenta que querías evocar los momentos que te hicieron feliz, y que querías demostrar que fuiste útil, muy útil; pero hoy, tarde pero bueno, me arrepiento de no haber sabido disfrutar y aprovechar cada uno de los momentos vividos junto a ti.
Muchas veces te vi sufrir en silencio, te vi morderte las lágrimas, cada vez que recordabas a abuela, y sabías que ya no la tenías ahí.
Ya no soy un niña es cierto, pero me gustaría poder sentarme a tu lado, y escucharte contar mil veces la misma historia, y asombrarme siempre. Y después abrazarte y decirte que sólo lo de afuera está un poco gastado, pero que por dentro eres el mismo de siempre, sólo que más sabio.
Aitite, hoy ya no estás, hace casi 6 años que nos dejaste, hace años que estás descansando junto a la mujer que amaste tanto, pero te digo que estás, al igual que todos aquellos de cabezas tan blancas y cuerpos tan cansados; estás en todo momento con nosotros.
Y pues te deseo lo mejor aunque ya no estés aquí con nosotros, quisiera que siguieras vivo para que me contaras todas tus historias, no sabes como quisiera tenerte ahora que he entendido cuanto te sacrificaste por nosotros, nos ayudaste en lo bueno y en malo. Aitite te necesito como nunca pensé; necesito que me cuentes todas tus historias aunque se que ya no vas a poder, me da mucha tristeza el saber que cuando estabas con nosotros no te entendíamos lo importante que eres para nosotros no sabes cuánto te extraño, en estos momentos estoy riendo pero no de ti si no de mi porque fui muy tonta al no valorar el abuelo que yo tenía y a la vez, me da mucha tristeza de a ver sido así contigo espero que me perdones a mí, y a todos los que en algún momento hicimos algo mal.
Siempre te llevaré en mi corazón. Te quiero aitite.
No hay comentarios:
Publicar un comentario